Los fondos de inversión privados son aquellos que se constituyen mediante aportes realizados por personas o entidades y son gestionados por Sociedades Anónimas Cerradas, actuando en representación y bajo el riesgo de los aportantes. Estos fondos no realizan una oferta pública de sus valores.
En cuanto al número de participantes, los fondos de inversión privados tienen un límite de cuarenta y nueve aportantes, salvo que algunos de ellos tengan vínculos entre sí. Si se excede este límite, el fondo deberá regirse por las normativas aplicables a los fondos de inversión públicos, lo que implica informar de esta situación a la Comisión para el Mercado Financiero y ajustar sus reglamentos internos conforme a la regulación correspondiente a los fondos públicos.